El hielo, es un ingrediente fundamental para a una copa o cóctel un toque muy especial
Es verdad que refresca, pero además le da cierta consistencia al trago. En el el caso de las bebidas frozen, el hielo debe tratarse con especial cuidado, ya que un exceso del mismo puede arruinar el trago y aguarlo, quitando el sabor en su punto justo.
«En general la calidad del hielo está determinada por su consistencia que debe ser maciza, el color cristalino nos hablará de su pureza y respecto al tamaño, mientras más grande sea, mejor para la mezcla pues tendrá mayor duración.
La finalidad del hielo es la de mediante el frío y su volumen ayudar a mezclar los ingredientes dentro de un vaso mezclador o coctelera, ayudar a diluir melazas, azúcar, zumos y generar una mezcla homogénea. En algunos casos ayuda a formar la espuma y cremosidad cuando usamos licores crema, nata, zumos y huevo. El frío disminuye la percepción del alcohol y hace que la bebida se sienta más equilibrada.
El hielo debe usarse una sola vez para enfriar la mezcla y en caso que la copa lleve hielo, este debe ser nuevo. Para enfriar la copa utilizaremos un tercer hielo y en el mejor de los casos, si podemos tener el cristal refrigerado, la duración del cóctel en óptimas condiciones de frío será más larga.
Los hielos tipo Scotsman y Vogt son los tipos de hielo más conocidos, el más usado en coctelería sería el Scotsman de 48 ó 42 mm de altura con 35 y 55 gr. de peso respectivamente. Otro sería el hielo pilé y el frozen»
Otra opción sería aromatizar los hielos para que den ese toque diferente a la mezcla, con un tipo de agua seleccionada, con un toque botánico o incluso agregarle un poco de Angostura para cócteles tipo aperitivos, donde los hielos tendrán un color rosáceo particular y atractivo, en otras ocasiones los he visto con flores o frutos, es cuestión de usar la imaginación.
Revista Bar Business
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